K-Dramas: manual esencial para novatos

Written by peregrinacoreana.com

03/07/2025

No sé si fue el destino, la maternidad reciente o simplemente el cansancio, pero hace 13 años mi vida cambió gracias a un control remoto en la mano. Estaba amamantando a mi hija recién nacida mientras mi mamá —que había venido a ayudarme esos días— preparaba el almuerzo. Entre el ruido cotidiano y el vaivén de las rutinas, encendí el televisor, algo que casi nunca hacía. Y ahí estaba: Boys Over Flowers. Una historia de chicos de uniforme, peinados imposibles, con un triángulo amoroso tan dramático como cualquier capítulo de Candy Candy, pero con actores de carne y hueso. La daban doblada en un canal local, y recuerdo que me sentí un poco ridícula por engancharme con algo tan cursi, tan de teleserie juvenil. Pero no podía dejar de mirar.

Imagen promocional de Boys Over Flowers. Fuente: KBS2 / Group Eight

Ese primer drama, que hoy sería considerado incorrecto en muchas de sus actitudes (bullying, relaciones tóxicas y machismo), me abrió la puerta a un universo del que no he podido —ni querido— salir. Desde entonces, he visto más de 200 series coreanas, descubriendo tramas y personajes que me hicieron reír, llorar y, sobre todo, asomarme a una cultura que hasta entonces me resultaba un misterio.

Porque eso tienen los K-dramas: te llevan de la mano por emociones tan universales que podrías ser tú misma la protagonista, pero al mismo tiempo te sumergen en costumbres, códigos y gestos completamente diferentes. Es como comer un plato conocido con especias nuevas: reconoces el sabor, pero algo te sorprende y te atrapa.

Errores de novato que todos cometemos

Imagen de Song Joong-ki en premiación coreana. Fuente: captura de transmisión KBS Drama Awards (uso editorial)

La primera vez que uno ve un dorama coreano, suelen pasar cosas parecidas. Te atrapa la estética cuidada, el ritmo que a ratos parece lento, los planos detallados de la comida, las canciones pop que suenan a cada rato… y sí, esos protagonistas tan guapos que dan ganas de googlear de inmediato. Sin embargo, hay algunos tropiezos inevitables que nos pasan a casi todos los principiantes, y te los voy a contar como quien aconseja a una amiga, para que no sufras innecesariamente.

Uno de los errores más típicos es lanzarse de cabeza al primer drama popular sin fijarse en el género. Por ejemplo, hay quien busca algo ligero para relajarse y termina enredado en un thriller psicológico o un melodrama donde muere medio elenco. No es que sean malos —de hecho, muchos son obras maestras—, pero pueden ser demasiado intensos para un corazón novato. Mejor empezar con historias sencillas, de 16 episodios, y sin grandes sufrimientos ni venganzas interminables.

Otra trampa frecuente es quedarse pegada al doblaje en español. Yo lo hice, confieso, con Boys Over Flowers, porque no tenía idea de lo que era un fansub ni conocía las plataformas donde verlos con subtítulos. Con el tiempo descubrí que perderse el coreano original es renunciar a matices hermosos: los honoríficos, la manera delicada de hablar, esos “oppa” que suenan casi como un suspiro enamorado. Así que apenas puedas, anímate al subtítulo, no te vas a arrepentir.

Y no puedo dejar de advertirte sobre el falso mito del “solo un capítulo más”. Los episodios coreanos duran mínimo una hora, y el cliffhanger con que cierran te va a hacer jurar que el siguiente es inevitable. Así es como un plan inocente de ver un drama termina en ojeras nivel zombie un lunes por la mañana. Mi consejo es que, al igual que con el chocolate, pongas límites: dos episodios por noche y se acabó. Aunque claro, todos rompemos esa regla de vez en cuando.

Choques culturales y costumbres coreanas que sorprenden y enamoran

Imagen promocional de My Liberation Notes. Fuente: JTBC / Chorokbaem Media

Una cosa que a muchos nos choca, pero luego termina fascinándonos, es la diferencia cultural. El respeto extremo hacia los mayores, por ejemplo, o la forma tan pausada de demostrar cariño. Aquí un beso puede tardar diez capítulos en llegar, y cuando finalmente sucede, parece la escena más intensa de toda la historia. También llama la atención que la familia sea un núcleo tan grande y tan presente: tres generaciones bajo un mismo techo opinando sobre tu vida amorosa, eso no es ciencia ficción, es lo más coreano del mundo.

Y la comida… ay, la comida. Los doramas son un homenaje constante a la cocina: ramen, kimchi, mandu, todo servido con un nivel de detalle que te hará antojarte incluso si acabas de cenar. En cada episodio hay una mesa llena de platos que, más que nutrir, representan afecto, reconciliación, refugio. Después de un par de dramas vas a querer aprender a preparar al menos un ramyeon digno de K-drama, te lo aseguro.

Por dónde empezar: dramas ideales según tu mood

Si llegaste hasta aquí, capaz te estás preguntando: “Ok, ¿por dónde empiezo?” Pues depende de tu personalidad. Si te gustan los romances de novela, prueba con Crash Landing on You, que junta a una empresaria surcoreana con un militar norcoreano en un cruce imposible y precioso, o Hometown Cha‑Cha‑Cha, una historia costera llena de calidez y química, ideal si buscas algo romántico y ligero.

Imagen promocional de Hometown Cha-Cha-Cha. Fuente: tvN / Studio Dragon

Si lo tuyo es reírte sin complicaciones, Business Proposal es la fórmula perfecta, con protagonistas encantadores y situaciones de cita a ciegas llevadas al extremo, y Vincenzo, que mezcla la comedia con la acción y un mafioso reconvertido que termina impartiendo justicia con mucho humor negro.

Para un drama más oscuro y social, Sky Castle te va a sacudir con su crítica feroz a la presión escolar y familiar, mientras que My Mister ofrece un retrato profundamente humano de la soledad y la empatía, perfecto si quieres historias con alma. Si prefieres el thriller, Flower of Evil te atrapará con su relato de identidades secretas y sospechas, y Taxi Driver lleva la venganza a otro nivel con casos semiautoconclusivos que rayan en la denuncia social.

Y si te atreves con la fantasía romántica, Goblin sigue siendo imbatible, con su dosis de magia, lágrimas y un amor épico que sobrevive al paso del tiempo, mientras que Alquimia de almas mezcla la magia ancestral y los combates sobrenaturales con una tensión constante y adictiva.

Imagen promocional de Goblin. Fuente: tvN / Studio Dragon

Las preguntas clásicas que te vas a hacer viendo tu primer dorama

¿Por qué tardan tanto en besarse?” — Porque la tensión romántica es un arte, y en Corea no se apresuran. Un beso vale el triple cuando llega después de 12 episodios de miradas y silencios. Aunque te advierto: el 90% de los besos son bastante insípidos para el ojo latino, pero cuando funcionan, funcionan.

¿Qué significa oppa?” — Literalmente es hermano mayor si eres mujer, pero también se le dice así al chico que te gusta, especialmente cuando hay un matiz romántico. Prepárate para escucharlo hasta el cansancio.

¿Por qué muestran tanto respeto a los mayores?” — Porque la jerarquía familiar y social es un pilar cultural en Corea. Lo verás en los saludos, en cómo se sientan a la mesa y hasta en el tono de voz con que se dirigen a padres y abuelos.

¿Por qué insisten tanto en que coman bien?” — Porque en Corea desear buena salud va de la mano con desear que te alimentes bien. Por eso muchas veces en lugar de decir “cuídate” dicen “come bien”, y no faltan las escenas de gente preocupada por si los demás cenaron.

¿Por qué toman tanto alcohol?” — Porque socializar con un buen soju o makgeolli es parte de la cultura, casi un ritual para reforzar lazos en amistades, trabajos o familias. Eso sí, verás personajes tomando cantidades que a cualquiera dejarían KO en la vida real.

Mi reflexión final (y una invitación a seguir explorando)

Imagen promocional de The Good Bad Mother. Fuente: JTBC / Drama House Studio

Al final, los K-dramas son mucho más que un pasatiempo. Son ventanas a otra forma de entender la familia, el amor, la amistad, la superación. Para mí fueron compañía en días solitarios, inspiración para mirar otras culturas con menos prejuicio, y el punto de partida de mil conversaciones con personas que jamás hubiera conocido sin este gusto en común. Si te animas a comenzar, hazlo sin miedo, pero con el corazón abierto y un cuaderno para anotar recomendaciones —vas a necesitarlas cuando te atrape el bichito doramaniaco.

Y si te quedas con ganas de más, te invito a leer mi próximo artículo sobre las mejores apps para ver K-dramas sin arruinar la experiencia (porque sí, hay vida más allá de Netflix) y otro donde hablaremos del mundo de los fansubs y comunidades que subtitulan dramas con un cariño difícil de imaginar, para que descubras aún más joyas coreanas sin perderte nada.

Cuéntame en los comentarios cuál fue tu primer dorama y si también te atrapó cuando menos lo esperabas. Nos leemos.