Qué es un fanchant en el K-pop y por qué se ha vuelto un ritual de los fans
Escrito por peregrinacoreana.com
Hace poco conversaba con la hija de una amiga que el día anterior había vuelto de su primer concierto de K-pop con la voz ronca y una frase que soltó como si nada:
—¡Lo mejor fue el fanchant!
Bueno, ella y nosotras sabemos que no fue lo único mejor, pero seguro necesitaba una buena excusa para esa voz rasposa con la que venía hablando todo el día.
Y yo, como podrán imaginar, editora de un blog sobre cultura coreana, sentí que no podía dejar esa conversación así.

Foto principal: Imagen compartida por un fan en Reddit r/straykids durante la gira «Maniac dominATE Tour» de Stray Kids, mostrando confeti con forma de corazón rojo durante un fan chant.

Ya había leído sobre el tema mientras investigaba para un artículo sobre BTS y, la verdad, cuando vi esa energía en acción, me emocioné como si tuviera 14 años otra vez. Así que, antes de que la inspiración se evaporara, me puse a investigar.
¿Qué es un fanchant?
@noona_yoonji Yang belum hafal fanchant bts🙋
¡Kim Namjoon!
¡Kim Seokjin!
¡Min Yoongi!
¡Jung Hoseok!
¡Park Jimin!
¡Kim Taehyung!
¡Jeon Jungkook!
¡BTS!”
Este es el fanchant de Mic Drop de BTS, un clásico absoluto donde, antes del primer verso, miles de voces del ejército más poderoso de la última década —ARMY— gritan al unísono el nombre de cada uno de los integrantes, en ese orden específico (de mayor a menor, según la edad).
Un fanchant es una especie de flashmob emocional: miles de voces recitan nombres, versos clave y líneas rítmicas en sincronía perfecta. Son gritos coreografiados que las y los fans entonan en conciertos durante ciertas partes de una canción, y que muchas veces se sienten como si el fandom fuera una segunda pista de audio que acompaña el show en vivo.
Esta práctica es muy común en los conciertos de K-pop en Corea, donde se originó. Cada canción puede tener su propio fanchant. Algunos son entregados por las agencias —como el célebre “EXO saranghaja!” o el estruendoso cántico de Fantastic Baby de Big Bang—, pero otros nacen del amor colectivo. Como el de Shine de Pentagon: comenzó de forma orgánica entre fans coreanos, se expandió en redes y fan cafés, y hoy sigue siendo uno de los cánticos más celebrados.
¿Y por qué emociona tanto?
(Advertencia: cuando vean este video les recomiendo que le bajen un poquito el volumen a su dispositivo. La calidad no es la mejor, pero esto sí es cantar un fanchant)
@hanp_s gbogh fanchant never failed to give me goosebumps<3 #enhypen #fateplus_in_jakarta
“I screamed my lungs out.”
Esa frase —que literalmente significa “grité hasta sacarme los pulmones”— la usó Jazmín, una estudiante universitaria que llegó al K-pop gracias a una compañera de clases fanática de BTS, para describir lo que sintió al corear un fanchant en pleno concierto de ENHYPEN. Para ella no era solo euforia adolescente: era la certeza de estar en el lugar correcto, con las personas indicadas, gritando los nombres que, de alguna manera, le cambiaron la vida.
Y no está sola. Desde Texas hasta Barakaldo, pasando por Kuala Lumpur o el Estadio Metropolitano de Madrid, hay fans que lloran al escuchar el sonido de una prueba de sonido, que pasan noches memorizando fanchants, que cruzan continentes con una bolsa llena de freebies, solo para conectar con alguien más que también grite “¡Seonghwa!” al unísono.
Grace heredó el fanatismo de su tía, fan acérrima de BTS. Aunque su bias pertenece a otro grupo, conserva algo que su tía le enseñó: los fanchants no se improvisan. Se memorizan, se practican y se corean como parte del show. Y más aún si vas con amigas. Grace no solo fue a un concierto con sus compañeras de universidad: se volvió hermana de fandom.
Ari, en cambio, vive en Canadá y en septiembre irá a su primer concierto de Seventeen. Está nerviosa… no por verlos, sino por no saber qué hacer. ¿Aprenderse los fanchants o disfrutar en silencio? En foros vio que durante la era Permission to Dance en Los Ángeles hubo ARMYs molestos porque otros no sabían los cánticos. “No quiero hacerle daño a nadie, pero tampoco quiero que eso arruine mi experiencia”, escribió.
Pero, en respuestas cargadas de empatía, la comunidad le recordó que no es obligatorio saber los fanchants para pasarla bien. Como resumió una fan en Reddit: “No necesitas aprenderlos si no quieres… disfruta el concierto como quieras, dentro de lo apropiado”. Y ahí está la clave: la mayoría valora más el corazón con que vas, que la perfección al cantar.
Choque cultural en los conciertos

Público en la primera fila antes del concierto ACT: PROMISE de TXT, captado desde Pinterest con vestuarios temáticos y carteles personalizados, listo para corear cada fanchant. (Imagen vía Pinterest)
Los foros de Reddit hierven con este tema: el comportamiento del fandom en conciertos de K-pop fuera de Asia. No podemos esperar que todo el fandom occidental adopte de inmediato una práctica cultural tan marcada como el fanchant, que en Corea y Japón es casi un arte. Allí, el respeto al ritmo del concierto —y a los ments o baladas— es parte de la experiencia. El fanchant es una forma de estar presentes sin romper el momento.
En Europa, por ejemplo, las voces suelen estallar en los coros o en momentos de fan service; en París, los idols incluso se quitan los in-ears para escuchar el estruendo. En cambio, en muchos conciertos occidentales los gritos pueden cubrir incluso las traducciones, algo que en Corea sería impensable.
Una historia muy citada es la del concierto de Seventeen en Toronto, donde algunos fans aseguraron que DK se mostró decepcionado porque el público no coreó Circles. Mi curiosidad periodística me llevó a YouTube: vi varios vlogs del concierto y, aunque no encontré ni esa canción en el setlist ni señales de decepción, lo que sí vi fue un estadio lleno de energía, fanchants espontáneos, tarareos colectivos y una conexión sincera entre el grupo y su audiencia. Fue una prueba más de que el mito del público “desconectado” no siempre se ajusta a la realidad.
¿Cómo se aprende un fanchant?

Lightsticks oficiales de BTS (“ARMY Bomb”) iluminados durante un concierto, símbolo del compromiso y la energía del fandom. (Imagen vía Pinterest)
Como casi todo en el K-pop, hay un arte y un ritual. Algunas agencias publican las guías oficiales en YouTube o en sus fan cafés, con las líneas marcadas y los tiempos exactos para cada grito. Los videos suelen ser sencillos: letra en hangul, romanización y, a veces, traducción, con una voz que marca el ritmo.
Pero la verdad es que la mayoría de las y los fans los aprenden en comunidad. Hay quien pasa noches en Discord repasando con amigas, quien practica en el transporte camino a clases, y quien confiesa ver fancams a volumen mínimo solo para entrenar el oído a cuándo entra ese “Oh-oh-oh!” o el grito de su bias.
En Corea, memorizar el fanchant es casi tan importante como aprender la coreografía del lightstick. No se trata de gritar por gritar: se trata de estar en sincronía, de que tu voz sea parte de ese coro invisible que hace vibrar al artista y al estadio entero.
Fuera de Asia, los caminos se adaptan. TikTok y Twitter están llenos de mini-tutoriales, y no falta quien improvise su propio “chu~” si se olvida una parte. La clave, dicen las veteranas, no es la perfección, sino la intención: cantar con el corazón, escuchar a tu alrededor y seguir el flujo del momento.
Porque un fanchant no es solo ruido coordinado. Es un pacto silencioso entre fans y artistas. Una promesa de “estoy aquí contigo” que se renueva con cada nombre, cada sílaba y cada pausa exacta antes de que explote el siguiente verso.
Y cuando lo logras —ya sea en un estadio de Seúl, en un concierto en Ciudad de México o viendo una transmisión online desde tu cuarto— sabes que formas parte de algo más grande que cualquier fandom: una historia cantada a muchas voces, donde todas importan.
Bonus Track – Tu guía para aprender fanchants
Si este artículo te dejó con ganas de aprender un fanchant de tu grupo favorito, preparamos un Directorio de guías oficiales de fanchants K-pop con enlaces a fan cafés, Weverse, Discord y sitios de fans donde podrás practicarlos antes de tu próximo concierto.
¡Es como tener el setlist y la coreografía… pero para tu voz!